Enrique Amaro es una persona que, sin importar la gravedad de los retos, siempre ha mostrado una gran fortaleza y determinación. Desde hace 25 años, Enrique ha estado luchando contra la insuficiencia renal crónica y degenerativa, una enfermedad que afecto a sus riñones, órganos vitales encargados de filtrar los desechos y el exceso de líquidos del cuerpo. Esta grave condición ha obligado a Enrique a depender de la diálisis, un tratamiento que reemplaza temporalmente la función renal y le permite seguir adelante.

La diálisis, aunque sea vital para su supervivencia, no es una solución definitiva. Es un proceso que implica la filtración de la sangre a través de una máquina, eliminando los desechos y líquidos que sus riñones ya no pueden procesar. Sin embargo, este tratamiento constante es agotador, genera desgaste físico y no puede sustituir completamente las funciones de un riñón sano. A lo largo de los años, Enrique ha tenido que someterse a varias sesiones de diálisis a la semana, lo que ha limitado su calidad de vida y afectado su bienestar físico y emocional.

A pesar de los desafíos que enfrenta cada día, Enrique se mantiene optimista y con esperanza. Sin embargo, para poder conservar  su vida, el trasplante de riñón es su única opción.